Te escribo desde mis entrañas,
con fuerza y anhelo,
con amor y desespero,
con cada gemido que logras aflorarme,
con cada hebra de msi cabellos humedos,
mojados de tanto sudor y ardiente deseo.
Te escribo, sólo para que te enteres,
que si no vienes a mí,
voy sin restricción alguna ante tí.
Que de tu antojo soy cauutiva
y de tu cuerpo prisionera,
que son tus besos mi desdicha
y mi felicidad más sentida...
Que es tu mirada la que me hechiza,
y es tu sonrisa eternidad,
que con tu voz se intensifican
mis ganas locas de amar...
Creo que es preciso que te enteres
que cada uno de mis dedos
claman a gritos el contacto con tu piel,
que se eriza mi cuerpo
con tu sal y tu miel...
Sedienta estoy de ti,
de tus labios chocando contra los míos,
de tus abrazos ahogando mis deseos,
de tu cuerpo exaltando mis sentidos,
de tu olor, tu sudor,
Tu Amor...